Neuria

Entender la esclerosis múltiple y el desarrollo de esta enfermedad

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La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que se desarrolla cuando el sistema inmune del cuerpo ataca el sistema nervioso central, dañando la mielina y las fibras nerviosas que protege, dando como resultado inflamación y lesiones. Como resultado de ello, los impulsos nerviosos son dañados o alterados a medida que bajan por la médula espinal. Sin embargo, la causa exacta de esto se desconoce, pero se piensa que se debe a un mal funcionamiento del sistema inmune.1

Desafortunadamente, no hay una prueba específica que se pueda usar para diagnosticar la presencia de la esclerosis múltiple. Además, muchos de los síntomas son indicativos de otras enfermedades, lo que hace difícil el diagnóstico. Se realizan muchas pruebas para diagnosticar la esclerosis múltiple y también para descartar otras condiciones, tales como infecciones del SNC, trastornos inflamatorios del SNC y trastornos genéticos.2 Se realiza un examen neurológico para detectar una reducción en la función del nervio, ya sea en un área del cuerpo o en muchas partes. Estas incluyen reflejos nerviosos anormales, disminución de la sensación o sensación anormal y otra pérdida de las funciones del sistema nervioso. Se puede llevar a cabo un examen de la vista para comprobar respuestas anormales de las pupilas, cambios en el campo visual o en los movimientos de los ojos, disminución de la agudeza visual, problemas con las partes interiores del ojo y movimientos rápidos del ojo desencadenados cuando el ojo se mueve.3 Otras pruebas que se pueden realizar son la punción lumbar (punción espinal) para prueba de líquido cefalorraquídeo, resonancia magnética del cerebro, resonancia magnética de la columna vertebral, estudio de la función del nervio y diversos exámenes de sangre.

Multiple Sclerosis can affect people in the age group of 15 to 60. Most people affected by this disease are around the age group of 30 but it can occur in people of all age groups with the exception of children, where the occurrence is rare.4 Although the occurrence of Multiple Sclerosis is not hereditary, having a first-degree relative with the disease contributes to the risk factor. Also, women are more prone to contracting the disease than men with most women getting the disease before menopause indicating the role of hormones in it. As for men, the severity of the disease is more for them as compared to women.

Los síntomas de la esclerosis múltiple varían dependiendo del grado de daño del nervio y el nervio implicado. Las personas con casos graves de esclerosis múltiple pueden no ser capaces de caminar de forma independiente, mientras que otros pueden experimentar una remisión durante largos periodos de tiempo sin desarrollar nuevos síntomas. Visión doble o pérdida de la visión, entumecimiento, hormigueo o debilidad, parálisis, vértigo o mareo, disfunción eréctil, embarazo, dificultades para caminar, problemas de visión, espasticidad muscular, temblor, balbuceo, fatiga y contracciones musculares involuntarias dolorosas son todos síntomas comunes de la enfermedad.

Hay cuatro tipos de esclerosis múltiple. El ataque inicial donde los síntomas pueden durar un día entero es un síndrome clínicamente aislado. El tipo de incidencia más común es la esclerosis múltiple recurrente-remitente, en donde los síntomas responden al tratamiento y luego se resuelven. Este tipo se reconoce por ataques inflamatorios en la mielina y las fibras nerviosas, causando empeoramiento de la función neurológica. Los episodios de remisión duran de semanas a años. El segundo tipo es la esclerosis múltiple secundaria progresiva, en donde los síntomas de una exacerbación no se resuelven durante una remisión. La mayoría de la personas que tienen esclerosis múltiple recurrente-remitente hacen una transición hacia la esclerosis múltiple secundaria progresiva. El tercer tipo es la esclerosis múltiple primaria progresiva donde los síntomas empeoran a lo largo de un periodo de tiempo, sin episodios de remisión. Es el tipo menos común de esclerosis múltiple que ocurre únicamente en aproximadamente 5% de los pacientes. El cuarto y último tipo, que es la esclerosis múltiple progresiva recurrente, donde los síntomas se intensifican con el tiempo, junto con episodios intermitentes de remisión.

Aunque no hay cura para la esclerosis múltiple, algunos tratamientos convencionales pueden ayudar con los síntomas, y reducir la frecuencia y gravedad de las recaídas. Por ello, se utilizan medicaciones para reducir la gravedad y frecuencia de las recaídas. Se pueden usar altas dosis de corticosteroides, por ejemplo, para tratar las exacerbaciones o los ataques. La rehabilitación puede ayudar a mejorar los niveles de energía y condición física. Algunas veces, el apoyo emocional para el paciente y/o los miembros de la familia puede ser beneficioso para hacer frente a la enfermedad.

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